2003-Lágrimas del sol

Lágrimas del sol, de Antoine Fuqua, no es más que un torpe intento por justificar lo buenos que son los americanos y las increíbles labores humanitarias que lleva a cabo su ejército de manera totalmente desinteresada a lo largo y ancho del mundo.

En este caso le toca a Nigeria, un país que está sufriendo la brutalidad de una rebelión interna y la típica oleada de violencia étnica. El teniente Waters (Bruce Willis) liderará a un equipo de Navy Seals por la selva para rescatar a la doctora Kendrick (Monica Bellucci), que trabaja ayudando a las víctimas de guerra en una misión católica. Ante la negativa de la doctora de abandonar a sus pacientes, el teniente decidirá escoltar a todo el grupo a través de la selva hasta el punto de evacuación cerca de la frontera con el país vecino.

Intenta parecer un film de denuncia pero termina sucumbiendo ante el festival yanqui habitual. Somos los mejores y luchamos por la libertad del mundo. Aunque parece mentira, Bruce Willis aparece más inexpresivo que nunca, con gestos de dureza total, movimientos de rotación de cuello a cámara lenta estilo Robocop acompañados de miraditas que funden y frases lapidarias que lanza con esa pistola de clavos que tiene por lengua.

En resumen, la película es lenta y repetitiva y contiene algún que otro giro argumental que se intuye desde el principio. Más de lo mismo. Poco recomendable.